sábado, 3 de julio de 2010

Modo épico = ON

La vida es así. Tiene cosas buenas y tiene cosas malas. Pero creo que de todo lo malo se puede sacar algo bueno (y sospecho que viceversa, pero no hay que ser así, claro).

Llevo unos cuatro meses de inestabilidad, en los que mi vida ha girado fundamentalmente en torno a un punto, en torno a una esperanza. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, ¿y qué pasa cuando eso ocurre? Sientes que caes por un precipicio oscuro sin fondo, pero no tienes que dejarte llevar, la salida está dentro de ti. Aunque ahora mismo no sé dónde meter todo este sentimiento, me parece demasiado grande como para no darle un objetivo, no es más que un sentimiento (y los sentimientos ni se crean ni se destruyen, solo se transforman). Puesto que todo son emociones, hay que tener un poco de feelingbending para salir. Ese poder se refuerza con la práctica, aunque cualquiera desearía no tener oportunidad de practicar. Yo ahora tengo esa oportunidad y la voy a aprovechar. Puedo hacerlo, los sentimientos tienen una base fisiológica y eso está sometido a un control de las áreas superiores del sistema nervioso central. Dominaré mi sistema límbico sin perder mi integridad.

Pero no son cuatro meses perdidos. Ni mucho menos. He ganado mucho. De hecho, he ganado lo necesario como para superar esta fase y salir limpia. Ahora soy más fuerte. Lo que no pasa es porque no tiene que pasar. No sé si esto último es verdad, pero ahora me viene bien pensarlo. Creo que de esta experiencia saco más cosas positivas que negativas y sobre todo un montón de buenos momentos, y sentimientos de los que he disfrutado.

La temporada ahora ha terminado. La vida sigue su curso. Alejandra avanza, crece, aprende, sigue adelante.

Ahora me voy a dar una vuelta yo sola por Madrid, a ver qué me encuentro.

¡Un saludo!